Wednesday, January 6, 2016

Al Final (parte uno)

Al Sur de Cochrane 

Han sido varios días desde el ultimo post en el blog, siento que ya se me olvido todo pero con un poco de esfuerzo los recuerdos comienzan a venir, la Navidad en Villa O'Higgins, el cruce a la Laguna del Desierto, año nuevo en Bahía Jara y mucho más! A sido una experiencia muy linda el haber viajado por la carretera austral, desde Puerto Montt hasta Villa O'Higgins, pero vamos a volver atrás y contar un poco nuestra experiencia en el Monte San Lorenzo, segunds montaña más alta de Patagonia!!

Temprano el domingo 13 de enero nos levantamos, armamos las mochilas, calentamos unos café y nos hicimos unos panes con huevo. A las 9 nos pasó a buscar El Chilote, y nos llevó al Calluqueo, donde llovía y nevaba. Estaba muy helado, la montaña estaba cubierta en nube de nieve y viento, aún así nos fuimos al sendero. En dos dias llegamos al Nunnatak, una roca gigante al medio del glaciar. Justo entre el glaciar descubierto y la parte cubierta de nieve, lo que lo hacía un lugar bien conveniente para entrar al glaciar. 
Al día siguiente nos levantamos a las 4 am, café, cereales y partimos. La navegación hasta la Cascada de Seracs fue relativamente fácil, pero salió mucho viento por lo que nos devolvimos. Fue un intento de cumbre corto, no tuvimos suficientes dias y sabiamos que el clima venía malo, asique salimos. El viaje por la sección baja del glaciar fue más complicada, difícil navegación, muchas grietas, todo súper roto. Pero con harto tino y esfuerzo logramos salir del laberinto de hielo para entrar nuevamente al bosque. Después de un día muy largo, armamos campamento, comimos y a las pocas.
La siguiente mañana amanecimos muy tarde, tipo 12, pero no importa, porque nevaba y nevaba, tomamos harto mate y emprendimos rumbo "running like chikens" hacia abajo y cómo salimos un día antes, tuvimos que organizar una manera de contactar a Chilote, y para nuestra suerte un militar del CMT (cuerpo militar del trabajo) nos bajo al cuartel donde pudimos llamar a nuestro chofer. Asi salimos de la montaña, sin cumbre, pero felices.
Alguna cumbre falsa del San Lorenzo
Morgan y Marissa poniéndole buena cara al mal clima 

Llegamos al pueblo el Jueves, contáctanos a la gente de NOLS y pudimos organizarnos para que Marissa tomara el bus de ellos y mandar el equipo de montaña también. Todo salió muy bien, los días en el pueblo fueron entretenidos también y la última noche compartimos con Jorge y su hija Ángela, donde nos recibieron muy cariñosamente.

El día domingo 20 emprendimos rumbo sur, hacia Los Ñadis, después de casi 10 días nos volvimos a subir a  una bici. Ese día llovió y llovió! Pero a ratos salía el sol también, asique en fin, ese día llegamos a acampar bien secos, junto al Río de los Ñadis.
Durante el día conocimos a una pareja de Vascos que se convirtieron en nuestros amigos después en la ruta, pasamos Navidad juntos, pero bueno eso queda para después.

El día lunes partimos hacia Puerto Yungay, uno de los tramos más salvajes, remotos y lindos de la Carretera. Nuevamente fue un día de lluvia y sol, pedaleamos junto a precipicios empinados, cuestas largas y fuertes pendientes, pero aun así llegamos a Puerto Yungay, a las 6:10, un poco tarde para tomar la barcaza, pero esta se devolvió por nosotros!!! Estaba súper cerca de la orilla asique no fue problema. Esa noche dormimos dentro del refugio de Río Bravo. La barcaza cruza el Fiordo Michell, es de 1:30 min y conecta la carretera austral.
Morgan en el refugio del Río Bravo

Amanecimos en el Bravo, llovía torrencialmente y sabíamos que teníamos 4 cuestas en solo 30k, asique nos costó salir, pero después de hablar un rato, salimos a pedalear. 
Este fue uno de los mejores  días, bien difícil pero muy lindo, era un paisaje totalmente nuevo. Lo que habíamos visto antes, mucha más tundra, humedales, estepa altoandina, bosques de lenga y mucha lluvia, aunque cada kilómetro que nos alejábamos del fiordo Mitchel nos llevaba a climas más secos, con el pasar del día se puso más seco, claro si estábamos cruzando un cordón entero, esas cuestas lo indicaban, hasta llegar al plano, donde por motivados nos pasamos del refugio donde teníamos pensado acampar y terminamos acampando en una pampita a orilla del camino. Fue un muy buen campamento.

Al día siguiente eran solo 35k aprox hasta Villa O'Higgins, asique nos tomamos un buen desayuno y partimos a uno de los pueblos más aislados y remotos de Chile, un lugar donde solo los valientes se atrevieron a hacer patria, y donde hoy vive una pequeña población, orgullosa de ser parte de la soberanía nacional.
Villa O'Higgins es un pueblito, lleno de historias, pocos servicios, pero con gente de corazón muy cálido, así fue como llegamos a el Hostal El Mosco.

El Mosco

En la Villa estuvimos desde el 23 hasta el 26 de diciembre, lugar donde e pasado una de las mejores navidades fuera de casa.

Un poco de la comida de Navidad

Fili es la encargada del Hostal, que es también camping, ella tiene la mejor de las buenas ondas, preparo un cordero, invitó a sus amigos y a todos los ciclistas y visitantes se les asignó que debían cocinar algo. Fue un festín, de principio a fin. Afuera llovió todo el día, no paro en 4 días, por lo que trajo a toda la gente junta. Comimos, tomamos, conversamos, fue una muy buena noche. Había gente de Usa, Francia, Escocia, Alemania, Holanda, Vascos y Chilenos. 
El 25 fue un día de relajo por la mañana, comer mucho a medio día, y en la tarde comprar nuestros pasajes pal bote y armar el equipo ya que el 26 nos teníamos que levantar a las 5:30

Fin de la Carretera Austral pero no el fin de la Historia!! Y más kilómetros pedaleados

A merry christmas at the end of the road

 
Our time resting in Cochrane ended just as our streak of sunny days turned to rain (or liquid sunshine, as I've heard in called in Maine!). We set off from the welcoming, warm house of Don Jorge and Silvia with enough food to make it through to Villa O'Higgins, knowing that there were no shops and only one possible empanada stand in the kilometres to come. Between pockets of downpour, sunshine, and drizzle we pedalled onwards - I hadn't been on this portion of the road since 2014 driving back from the kayak section of my NOLS course, and either way, everything felt so new. 


After about 30km we passed by a Basque couple and exchanged hellos, only to camp and have snacks along the road with each other for the next week. They had been biking since Santiago and they were heading south with an open calendar and big hopes of heading back up to Equator after making it to Usuhaia. Maria was the Euskera teacher and master of macrame and Unai was the engineer who seemed happier to read on his kindle than sleep, and we adored their company. 

Our second day south of Cochrane, we passed the crossroads with Tortel, and began the section of road that neither Martin nor I knew even by NOLS bus. And after a snack under the cover of a bus stop, we rounded the corner and began one of the more beautiful questas through waterfalls, high lakes, and so so much green forest. 



After a tiny hold up on the downhill of the pass where a big truck jack-knifed on a steep slope, we made it to Puerto Yunguay at 6:02, just in time to watch the last ferry of the night leaving port. But no worries, with only 3 bikers and 1 car aboard, the ferry turned around and we got to catch a ride across to Rio Bravo. And we were settled in the ferry terminal cooking our rice, quinoa, and curry just as the rain started again for the night. 

The next day would be our hardest, with 4 mountain passes, questas, in 35km and we started pedalling from the ferry terminal with the rain in our faces. But as the rain began to clear and we began climbing into the valley, we joined a rare and ever precious tail wind and cruised through the amazing river valley. We found camping, protected from the incredible wind, alongside Lago Cisnes. We intended to do something like 50km, and ended up pitching camp after km 65, which put us only 35km from our destination in Villa O'Higgins. And low and behold, the last section of road was full of only gentle up and downs and great vistas of the Villa, the valley, and the Andes. 


Villa O'Higgins! We made it! Only 600 or so kilometres past our intended destination of Chile Chico! The town was small but had everything we needed. It was constantly in a mix of rain and gusting wind, and the towns power was cut halfway into our first day there because the gusts knocked down some power lines. All and all, we were very happy with all that awaited us in the villa and we rested heavily (after a very long shower!). 

Turns out, the gusty wind we were having also stopped the ferry that connects Chile and Argentina so, at our camping site, we found many other bikers and familiar faces stranded in the warm kitchen of Hostel El Mosco. Together we pull out all our cooking stops to create a magnificent pot luck Christmas Eve, Noche Buena, dinner, with lamb from the hostel owner, apple crisp, salads, pebres, cakes, potatoes, and of course some wine and beer. We were a mix of North Americans, Chileans, our Basque mates, Scottish, French, German, Australian (originally Holland), and even two NOLS students from the Patagonia Year program. 


Especially after talking to my family in Virginia and those who stayed in Maine, had a very happy Christmas, in the rain and wind, in the Villa. Now to Argentina!