Saturday, November 21, 2015

a Palena Pura

Después de nuestros días en el Amarillo empezamos nuestro viaje al sur, 20 km de pavimento, 15 en ripio en construcción más mucha mucha lluvia. En el Puente Ventisquero fue donde nos quedamos "under the bridge", eran las 4 de la tarde y nuestra carpa ya estaba armada, nosotros tomábamos mate y el río seguía subiendo, porque el clima estaba más penca que comentarista del Mega pal partido Uruguay-Chile. 


Al siguiente día, el 12 de noviembre, empezamos tempranito para empezar a subir la Cuesta Moraga, 9 kilómetros de duro pedaleo bajo la lluvia y estábamos bajando hacia la villa lucía , 8 km de bajada y nos pusimos medios hipotermicos, especialmente Morgan. Al llegar al pueblo llovía y llovía y cabe lugar agregar que la parrilla delantera, con la vibración, se soltaba cada 5 minutos, lo cual indicaba que teníamos que solucionar este problema antes de subir a Palena. 
Pillamente pregunté dónde poder almorzar, ya que no hay cafeterías o restaurantes, y me dieron el dato de una casa donde servían comidas, ahí una señora encantadora, un poco tímida, pero que nos armo un almuerzo espectacular, tomamos café, y pusimos a secar nuestras cosas. Afuera llovía y llovía. Con Morgan nos cuestionábamos que hacer, optamos por tratar de llegar a Palena como sea, intentamos el bus de las 7, no más grande que una van, nuestras bicicletas no cabían, en fin, plan b fue arrendar una cabaña, seguir secando nuestras cosas y ver alguna película, aunque fue la noche de París asique vimos las noticias un rato largo. Ese día conocimos gente muy especial, solidarias y cercanas a ayudar o conversar. 


13 de noviembre, despertamos con una luz brillante, no estaba completamente soleado, pero grandes manchones de azul, vientos y se sentía un poco el calor, salimos de la cama temprano, aunque perdimos mucho tiempo en el desayuno, o Yo más bien. Prendimos fuego, hicimos café, pancitos, galletitas jaja, en fin, 10 am y estábamos pedaleando camino a Palena. Después de salir de la villa nos encontramos inmediatamente con lo que iba a ser el desafío más grande del día, la calamina. Súper interesante ruta, plano a veces, cuestas largas, gravilla suelta y la calamina, pero lo que más recuerdo es el Lago Yelcho, los campos de El Malito, la hostería en el cruce donde almorzamos un pan de tomate carne y las paredes de roca junto al camino. Sin duda Palena nos sorprendió, quedamos fascinados con el paisaje y lo dramático de las montañas nevadas, paredones de roca, cerros quemados y la luz del sol entre las nubes, pa que decir los mates en El Malito antes de subir la "última cuesta"

60 kilómetros después , vemos unas cabras blancas, una señaletica de un puente, y tan! una tranquera con un papel con mi nombre y una bici escrita en lápiz rojo.



Palena Pura

En este lugar fue donde conocimos a Meli, Tito, Antonia y Nora. Una familia  muy trabajadora, apasionados por el campo, amistosos y muy cariñosos.

Acá tuvimos la oportunidad de trabajar directamente en el campo, hicimos mucho más que en El Amarillo, ordeñamos, acarreamos tierra, regamos el invernadero, plantamos, transplantamos, cosechamos, carneamos un chivo, alimentamos pollos, chanchos, vacas, corderos y cabritos, también ayudamos a hacer leña, y la noche antes de irnos hicimos unas pizzas, donde también estaba la Tere.



En este lugar lo pasamos muy bien, llegamos un sábado en bicicleta y nos fuimos un viernes en bus (si en bus). Estos días dejamos las bicis de lado y ayudamos en los trabajos diarios del campo.


La familia Correa lleva 5 años viviendo en este campo y su idea es poder generar suficiente alimento para auto sustentarse. Lo cual han podido lograr, no completamente, pero trabajan duramente para lograr esto. El invernado es súper productivo, también la huerta, pero no empezaron con la mejor tierra, ya que es bien arcillosa, por lo que han tenido que trabajar el suelo mucho para que este en óptimas condiciones. Otro de los proyectos que tienen andando hace un par de años es la producción de miel y productos apicolas( la pasión de Tito). En verano hacen quesos y Yogurt. Todo esto sin estar conectados a la red de luz y con una presión de agua no muy fuerte, pero ellos siempre se las ingenian para poder solucionar cualquier tipo de problemas.

Aquí también tuvimos la suerte de conocer a Ricardo, Paz, May y Antu, otra familia que tiene los mismos objetivos y principios de vida. Estuvimos en su casa donde tomamos harto mate, escalamos en roca! y terminamos el día comiendo helado. También una gran familia.



Lo que está pasando en Palena es muy interesante, familias y personas jóvenes están llegando a este lugar con ideas similares, vivir de lo que se cultiva, trabajar la tierra, disfrutar la naturaleza e incluso poder educar a sus hijos.  


Estar acá junto a ellos fue una experiencia súper interesante, compartimos ideas, discutimos ciertos temas que nos causan curiosidad y tomamos harto mate. Me voy dejando este lugar con una gran admiración por ellos, casi envidia por su estilo de vida, me voy con mucho cariño por cada uno y espero poder volver a verlos pronto.





Martín Arteaga Mirada 


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